El año 1977 se comienza a implementar en los establecimientos educacionales la Operación de Evacuación y Seguridad Escolar, con la finalidad de planificar el actuar de las personas frente  a situaciones de emergencia y/o siniestros que pueden vulnerar el bienestar íntegro de las personas que conforman la Unidad Educativa.
Es de mucha importancia un buen sistema de coordinación y comunicación entre los distintos estamentos jerárquicos del Colegio y el comité, frente a una emergencia o accidente real.
La preparación psicológica y el cambio de actitud frente a la emergencia ayudan al establecimiento estudiantil a mitigar daños postrauma y mejora los tiempos de respuestas,
perfeccionando conductas personales y aumentando el trabajo seguro.

Los siniestros cualquiera sea su naturaleza, son impredecibles. El objetivo de este plan, por lo tanto, es promover y fortalecer el desarrollo equilibrado de la personalidad de nuestros/as estudiantes, presentándose como una labor de toda la comunidad educativa. Esto, teniendo en cuenta el proceso de formación para encontrar a Cristo y para vivir como discípulos y misioneros suyos, e insertando en ella verdaderos procesos de iniciación cristiana.