Biografía de Nuestra Fundadora: “Primitiva Echeverría Larraín”.
La Congregación Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia, fue fundada por una dama santiaguina Srta Primitiva Echeverría Larraín, nacida en santiago el 24 de febrero de 1848 y bautizada al día siguiente de su nacimiento, en la parroquia El sagrario de Santiago de Chile.
Hija de don Diego Echeverría Recabarren y Doña Rita Larraín Gandarillas.
Vivió su juventud llena de ilusiones pero prevalecía en su espíritu el ideal de “Ser Religiosa” y con la ilusión de un lama enamorada fue buscando y conociendo Congregaciones como, El buen Pastor, Las Misioneras Franciscanas de María; las cuales no llenaban su ideal de servicio y entrega que anhelaba donar a los que más necesitan.Su niñez y adolescencia la vive en el colegio del Sagrado Corazón bajo la maternal tutela de la madre Durousier, donde estudió como una alumna interna.
En medio de todo el quehacer misionero comenzó a sentir la voz de Dios que la llamaba a formar un nuevo instituto, que llenaría sus anhelos de bien para los necesitados en especial para los niños y sus Familias.
Fue así que a los 72 años de edad funda su congregación, Misioneras Catequistas de la Sagrada Familia, que fue aprobada el 29 de septiembre de 1920. Su recia personalidad humana de mujer con temple joven y la gran capacidad de entrega le permitió darse a todos, apoyando lo humano fortalecido por lo divino. Mujer con visión de futuro y mente abierta a las necesidades del hombre, de corazón sensible palpó el dolor no quedando indiferente al grito de la angustia, la depresión, ansiedad y sufrimiento propio del tiempo histórico, su sensibilidad no la dejó tranquila abriendo su corazón y sus manos para darse sin esperar recompensa.
Acogió y dio amor sin medida, sobretodo a los niños, sus predilectos.
En ellos vio siempre el rostro de Jesús el Señor a quien amaba y servía tenazmente.
El 2 de octubre inicia su noviciado junto a otras compañeras.
El 22 de diciembre profesa y se despoja de lo humano cambiando su nombre por Sor Victoria de la Sagrada Familia.
El 24 de mayo de 1929, día que el Padre Dios la llama a su reino para recibir el premio a su constante, generosas y perseverante entrega en la misión apostólica.
Su vida y su ideal es la semilla que deja a sus hijas para cultivarlas con los niños, Jóvenes y Familias de nuestro tiempo.