Durante la jornada del miércoles 19 de noviembre, nuestros estudiantes junto a sus familias viven y comparten la Eucaristía, momento de gratitud a Dios por este camino recorrido.

Desde hoy se abren caminos nuevos. Llevan en su mochila lo mejor de estos años: los valores aprendidos, las amistades, los desafíos que los hicieron crecer y la fe que los sostuvo. Sean valientes para soñar, perseverantes para lograr, humildes para aprender y generosos para servir. Si caen, levántense. Si dudan, recuerden quiénes son. Si se sienten solos, vuelvan a Nazaret, donde la Sagrada Familia los espera siempre. La ternura de Jesús, la fortaleza de José y la maternidad de María los acompañen hoy y siempre.